La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha reconocido oficialmente, en la 69ª Reunión de su Consejo Ejecutivo, al Observatorio Metereológico de Izaña (Tenerife) como una estación centenaria de gran importancia para el estudio de la variabilidad climática natural y del cambio climático. El observatorio de Izaña ha obtenido este reconocimiento junto a tres estaciones meteorológicas centenarias españolas: la de Daroca (Zaragoza), en funcionamiento desde 1909, la de Tortosa (Tarragona), desde 1905, y la de Madrid-Retiro desde 1893.
La importancia de las estaciones meteorológicas centenarias
Las estaciones españolas están gestionadas por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, que actualmente cuenta con una extensa red de estaciones meteorológicas repartidas por todo el territorio con el objetivo de recabar información climatológica básica. Las series de datos recopilados por las estaciones centenarias son de enorme valor, ya que permiten tener un mejor conocimiento de la evolución del clima durante el último siglo y establecer así estrategias de actuación frente al reto que supone para la humanidad el cambio climático.
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El Observatorio, en la actualidad |
En total la OMM ha reconocido sesenta estaciones centenarias de todo el mundo. La finalidad de este reconocimiento oficial es poner de relieve el importante papel que desempeñan y ayudar a los países miembros a mantenerlas, ya que algunas corren el riesgo de ser cerradas o de incumplir las normas básicas de observación. De esas sesenta, España es el país que tiene un mayor número de estaciones centenarias reconocidas.
Entre los requisitos y criterios establecidos por la OMM para obtener tal reconocimiento están los siguientes: seguir en funcionamiento tras haber sido fundadas hace un siglo al menos; que los períodos de inactividad no hayan sido superiores al 10% del tiempo, salvo en momentos de conflicto o desastres naturales; y que la estación no haya sufrido reubicaciones que hubieran afectado a las características climatológicas.
El Observatorio Meteorológico de Izaña
Localizada en la Villa de La Orotava a 2.364 metros de altitud, muy cerca del pico del Teide, el Observatorio de Izaña empezó a funcionar el 1 de enero de 1916 en el marco de la colaboración entre España y Alemania. Esa época no fue, desde luego, la más idónea para el desarrollo de la cooperación internacional: había estallado la Gran Guerra, que iba a reducir las visitas de científicos extranjeros a Tenerife, sobre todo las de científicos alemanes, a los que el Tratado de Versalles prohibía realizar cualquier actividad fuera de su territorio.
En el periodo 1930-1960, como consecuencia de la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, la actividad del Observatorio cesó casi por completo, pero a partir de 1958, gracias a la apertura del régimen franquista y con motivo del eclipse solar que tuvo lugar ese año, empiezan a llegar de nuevo a Izaña científicos extranjeros.
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El Observatorio, circa 1930 |
Actualmente la estación de Izaña está equipada con instrumentación manual y automática que registra distintos parámetros atmosféricos, como la presión atmosférica, la temperatura del aire y del suelo, la humedad, el viento, la visibilidad o la radiación solar. Entre sus funciones hay que contar, además, la de realizar mediciones de componentes atmosféricos relacionados con el cambio climático, como los gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano y otros). La estación forma parte de la red GAW (Vigilancia Atmosférica Global) de la OMM, compuesta por unas treinta estaciones de todo el mundo.
La gran importancia del Observatorio de Izaña se debe a tres razones principales: la primera es que ha mantenido sin interrupción (1916–2017) el registro de observaciones meteorológicas y atmosféricas, la segunda es que estas observaciones son de una gran calidad, y la tercera es su emplazamiento privilegiado, situado en una zona de alta montaña en un lugar apartado del Atlántico Norte subtropical.
En cuanto a este tercer factor, hay que explicar que semejante emplazamiento hace que sus observaciones sean representativas de las condiciones de la baja troposfera subtropical y, por lo tanto, representativas de una extensa región que abarca el cinturón subtropical del Atlántico Norte, de modo que las variaciones estacionales, interanuales e interdecadales registradas por el Observatorio dan una idea cabal de la variabilidad climática natural y del cambio climático en el estado más puro posible de la troposfera subtropical en el Atlántico Norte. Este es, sin duda, el gran valor añadido que ofrece la estación de Izaña con respecto a otras estaciones centenarias, cuyos registros están muy afectados por condicionantes locales y regionales, o por cambios del entorno ocurridos en las últimas décadas.
-Fernando de Ory Ajamil.
El Observatorio Atmosférico de Izaña en Tenerife (1909-1984) : historia y vida de una institución científica española.
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Libro de ponencias del 1er. Encuentro sobre Meteorología y Atmósfera de Canarias [celebrado en el Puerto de la Cruz los días 12, 13 y 14 de noviembre de 2003.