Explicación del biólogo y divulgador de la
naturaleza canaria, Juan Sergio Socorro, sobre el cono terminal del Teide.
El cono terminal del Teide, por cuya base o costados transcurren los caminos que parten del teleférico, hizo erupción hace unos 1.200 años (siglo VIII). A medida que fue construyéndose fueron derramándose las lavas negras que cubren gran parte del Teide, sobre todo su vertiente norte. Las coladas de lava iniciales iban quedando sepultadas por materiales posteriores; por eso, varios ríos de lava aparecen como por arte de magia de la base del cono, mientras que otros, como el canal de lava al lado de la estación superior, surgen desde el borde mismo del cráter del Teide. El cono tiene una gran pendiente (las mayores, hasta 35 – 39º) debido precisamente a que desde los bordes del cráter partieron corrientes radiales que, al solidificar, dieron cohesión al conjunto. Los conos volcánicos más frecuentes están formados por material disgregado (piroclastos) y por ello tienen mucha menor pendiente
Este cono tiene unos 220 m de altura media con su base mucho más baja por las caras norte y oeste.
Surgió sobre lo que anteriormente era un antiguo cráter de unos 800 m
de diámetro. Los restos de dicho cráter aparecen en la periferia del
cono y pueden verse algunos sectores en las rutas que parten del
teleférico.
Fuente: Blog Teleférico del Teide
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