El Premio Nobel de Química 2015, el sueco Tomas Lindahl, aseguró que el cáncer podría ser tratado en el futuro como una enfermedad crónica, y que este horizonte es ahora «uno de los objetivos en nuestro campo de investigación», señaló el científico en una entrevista con Efe. Sin embargo, no se aventura a fijar un plazo para llegar a ese objetivo, ya que existen diferentes tipos de cáncer, unos más peligrosos y desconocidos que otros.
A Lindahl se le ha concedido el Nobel de Química, junto al estadounidense Paul Modrich y al turco Aziz Sancar, por sus estudios sobre la reparación del ADN, que han mejorado sensiblemente la comprensión de enfermedades hereditarias, facilitando así las terapias contra el cáncer.
Tomas Lindahl |
Experto en esta enfermedad, el científico sueco declaró que «más que hablar de curar el cáncer, yo prefiero mirar el problema como si se tratara de diabetes». El objetivo «es lograr lo mismo. Que se pueda vivir con él, pero sin pensar en él. Con una medicación diaria, pero a parte de eso tener una vida normal».
Lindahl demostró que la molécula de ADN no es tan estable como se creía en la década de 1960. Esta molécula sufre un proceso de deterioro que le hizo suponer la existencia de mecanismos de reparación natural de los daños. Este conocimiento es clave, según el Nobel de Química, para el desarrollo de nuevos tratamientos contra el cáncer, pues comprender la manera en que el ADN se repara es «la única forma de encontrar curas para el cáncer y otros problemas, por ejemplo, los relacionados con la edad».
Fuentes:
Nobel de Química: el cáncer podría ser una enfermedad crónica (Terra)
El Nobel de Química 2015, para Lindahl, Modrich y Sancar, por Josep Corbella (La Vanguardia)
Fuentes:
Nobel de Química: el cáncer podría ser una enfermedad crónica (Terra)
El Nobel de Química 2015, para Lindahl, Modrich y Sancar, por Josep Corbella (La Vanguardia)
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