El grupo de investigación “Nano y Microingeniería de los Materiales” de
la ULL, dirigido por el investigador Juan Carlos Ruiz Morales, ha
desarrollado un nuevo sistema de impresión en 3D mucho más barato que
los actualmente existentes en el mercado, basado además en una
tecnología mucho más asequible.
La mayoría de los procesos de impresión 3D tienen como origen la
estereolitografía. Es decir, la construcción de objetos capa a capa
mediante un láser UV controlado por un ordenador, que permite endurecer
una fina capa de resina líquida fotosensible. En cambio, el modelo
presentado por la ULL ha sido capaz de sustituir dicho láser por un
elemento mas común: un proyector de presentaciones multimedia común, con
un coste de 300 euros, podría suplir esa función.
De hecho, el sistema diseñado permitiría fabricar objetos
tridimensionales con cualquier tipo de fuente de luz visible,
alcanzándose detalles en el rango de las 200 micras. Incluso los
teléfonos de última generación de pantalla de alta intensidad lumínica
podrían utilizarse para imprimir objetos en 3 dimensiones.
El otro logro ha sido utilizar el mismo sistema para fabricar objetos a
temperatura ambiente pero que sean capaces de retener la forma
tridimensional hasta los 1.400 grados centígrados utilizando materiales
cerámicos, lo cual podría tener aplicación en la fabricación de nuevas
pilas de hidrógeno no contaminantes.
Hay en marcha otra investigación que busca nuevos materiales con
aplicaciones energéticas y medioambientales para utilizar con esta
impresora 3D, que forma parte del trabajo de fin de grado de Elba Mª
Hernández Rodríguez, que recientemente también ha sido premiada en el
Congreso de Estudiantes de la Facultad de Química junto a Tania Monzón
Hierro.
Las impresoras 3D disponibles en la actualidad emplean varias
tecnologías diferentes, que se adaptan a las diversas aplicaciones que
pueden tener: maquetas de productos nuevos, prótesis médicas,
biomateriales, joyas, objetos decorativos, alimentos e incluso
componentes de equipos aeroespaciales. El rango de precios oscila entre
los 800 y los 300.000 euros para dispositivos de alta gama capaces de
producir objetos más sofisticados.
Dependiendo del tamaño del objeto, del material del que esté hecho y el
grado de detalle que se necesita, el proceso de impresión puede llevar
apenas décimas segundos para imprimir un elemento relativamente simple y
tan pequeño como un cabello humano, o más de un día para proyectos de
gran envergadura. Las máquinas más económicas actuales pueden llegar a
producir objetos con una precisión en el rango de las 30 micras.
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