La mayoría de quienes ilustran el cambio climático optan por
devastadoras imágenes de las consecuencias de desastres naturales
ocurridos o simulaciones de los que pueden estar por venir. Frente a
ellas el fotógrafo Eduardo Aznar y el científico Esteban Manrique
prefieren mostrar el mundo que no queremos perder. El investigador de
ecología y cambio global del Museo Nacional de Ciencias Naturales del
CSIC, Manrique, y el fotógrafo, Aznar, impulsor de la Fundación para la
Ecología y Protección del Medio Ambiente (Fepma), han fusionado ciencia y
arte para narrar en una exposición fotográfica los retos de "una
naturaleza humanizada" ante el cambio climático provocado por la
actividad del hombre.
Las imágenes nacen fruto de cuarenta años
de trabajo fotográfico de Eduardo Aznar, Okaimal, en los lugares más
recónditos del planeta. Comienzan mostrando países exclusivamente
alterados por la propia naturaleza, por la lluvia o la erosión, para
pasar a aquellos modificados por el hombre de menos a más, hasta llegar a
determinadas especies, como rinocerontes o elefantes, al borde de la
extinción.
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