El Grupo de Investigación de Control Integrado de Plagas y
Enfermedades Vegetales (CIPEV) de la Universidad de La Laguna, dirigido
por el profesor del Departamento de Botánica, Ecología y Fisiología
Vegetal Raimundo Cabrera, trabaja desde hace tiempo en la búsqueda de
productos naturales bioactivos de origen vegetal y fúngico.
En los
últimos años han participado en dos proyectos junto a otros organismos
nacionales e internacionales que han culminado con dos patentes de
productos con capacidades para el control de plagas y enfermedades en
vegetales.
Estas patentes se solicitaron en 2012 y 2013 y su tramitación ha
llevado varios meses, además de un periodo extra para su protección
legal en Europa. Aún así, ya una de ellas ha sido licenciada a la
empresa colombiana Ecoflora, que en estos momentos realiza los ensayos
pertinentes para su futura comercialización, mientras que otra está en
proceso de ser licenciada a una empresa española.
La patente licenciada a Ecoflora consiste en la extracción y
procesamiento de un aceite a partir de un quimiotipo de la planta
Artemisia absinthium, comúnmente conocida como ajenjo, el cual ha
mostrado actividad frente a insectos y hongos fitopatógenos (es decir,
que causan enfermedades a las plantas).
Como explica el profesor Cabrera, la primera fase del trabajo
consistió en la selección de aquellos extractos de plantas y hongos más
idóneos para el fin perseguido. En ese proceso se barajan varios
criterios, uno de los cuales es que se conozca algún tipo de actividad
en la planta u hongo analizado; en el caso del ajenjo, ya era sabido su
uso medicinal, además de ser la base para la elaboración de la absenta.
La segunda patente buscaba, nuevamente, compuestos activos frente a
agentes fitopatógenos o plagas, en esta ocasión partiendo de hongos
endófitos, es decir, que viven en el interior de las plantas sin
dañarlas. En las últimas décadas estos hongos endófitos han despertado
la atención de los investigadores ya que algunos de ellos producen
sustancias de alto interés farmacológico e industrial. Además, resulta
más fácil cultivar en el laboratorio grandes cantidades de estos hongos
que de plantas con compuestos similares, por lo que resulta más
rentable.
La investigación con hongos endófitos es una de las especialidades
del grupo de investigación de la ULL, en la que ha trabajado desde el
año 2000. Cabrera explica que su equipo ha trabajado en varios proyectos
similares en Canarias: hace unos años colaboró con Asprocan localizando
una serie de hongos endófitos en plataneras y, en estos momentos, está
realizando otro ensayo en Garachico, en el cual esos hongos endófitos se han inoculado
artificialmente en plataneras de cultivo in vitro que están sembradas en
campo. El objetivo es comprobar si esta inoculación no afecta a la
planta cultivada y si, como esperan, la dota de resistencia ante la
plaga del picudo.
Otro proyecto similar busca combatir
las plagas de la papa. Se están realizando ensayos en Icod el Alto que
llevan en marcha aproximadamente un año y medio y en la campaña de
enero-junio de 2015 los resultados obtenidos por los agricultores
participantes fueron muy buenos.
Fuente:
ULL digital