Un equipo internacional de investigadores, dentro del cual hay que contar un grupo de españoles del Instituto de Biología Evolutiva de la Universidad Pompeu Fabra (UPF-CSIC), ha logrado secuenciar el genoma del tiburón elefante, identificando en ese proceso los genes que impiden la calcificación de los cartílagos, descubrimiento que abre nuevas vías a la investigación de enfermedades como la osteoporosis.
Los resultados de esta investigación, publicados hoy en la revista Nature, ha sido liderada por el Institute of Molecular and Cell Biology of Singapur. En ella ha colaborado el laboratorio del profesor Tomàs Marquès-Bonet, del Instituto de Biología Evolutiva, que se ha encargado de comparar el genoma del tiburón elefante, un pez cartilaginoso, con el pez cebra, que tiene los huesos calcificados.
Tiburón elefante |
El tiburón elefante, también llamado tiburón fantasma, vive en las aguas de la costa sur de Australia y Nueva Zelanda. Es uno los vertebrados con mandíbulas más antiguos que existen. Los investigadores han comprobado que estos tiburones tienen defensas inmunitarias avanzadas y de larga duración.
Según palabras del profesor Masquès-Bonet, la importancia de este trabajo reside en que han descubierto una parte de "la base genética de los huesos calcificados, es decir, lo que los hace duros y resistentes".
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