lunes, 13 de junio de 2016

«The cove», el documental que denunció la masacre anual de delfines en Taiji (Japón)

En 2009 se estrenó uno de los documentales más polémicos de los últimos años, The Cove («La cala»), dirigida por Louie Psihoyos, ex fotógrafo de National Geographic. La película describe, desde la perspectiva del activismo a favor de la defensa de los animales, la caza anual de delfines realizada en el Parque Nacional de Taiji (Wakayama, Japón). Las partes de la película relacionadas con la cacería fueron grabadas en secreto, ya que la actividad está protegida por la policía y las autoridades japonesas. Se utilizaron para ello micrófonos submarinos y cámaras de alta definición escondidas dentro de rocas falsas. 

En la cacería anual de Taiji, los delfines son conducidos por pequeños barcos costeros hasta una pequeña ensenada. Una vez allí, son atrapados en redes y luego masacrados por medio de lanzas y cuchillos. Según el documental, alrededor de 23000 delfines mueren cada año en Taiji, cifra muy superior a las 1600 capturas estimadas por la Agencia de Investigación de Pesca japonesa.



La película pretende denunciar varios hechos: el alto número de delfines matados en Taiji, los métodos crueles empleados para matar a los cetáceos, y la industria montada en torno a estos animales. Esta industria comercializa la carne de delfín, que contiene altas concentraciones de mercurio, además de vender delfines vivos a delfinarios de todo el mundo. De hecho, uno de los protagonistas del documental es Ric O'Barry, uno de los entrenadores de delfines que participó en la captura y en el adiestramiento de Flipper y sus compañeros para la mítica serie, y que tras el suicidio de uno de ellos a los ojos de O'Barry se convirtió en activista.

En 2009 la Academia de Holywood concedió a The cove el Óscar al Mejor Documental, y desde entonces ha generado una cierta polémica. Las críticas positivas destacaron entonces su emocionante narración cercana a un thriller, la valentía de sus realizadores y la potente carga de denuncia que encerraban sus imágenes. 

Sin embargo, el documental también obtuvo críticas negativas, que se pueden agrupar en dos bandos: las que se apiñan en torno a la idea de que la caza del delfines es una actividad tradicional de la cultura japonesa («la cacería de delfines es parte de la pesca tradicional de este país y ha sido llevada legalmente», declaró en 2010 el gobierno nipón), y aquellas que critican el documental por su enfoque sensiblero, parcial y paternalista, o —para decirlo en palabras del académico Ilan Kapoor (1)—, porque su objetivo final es la construcción de los héroes medioambientales de Occidente.

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(1) Kapoor, I. (2010). Troubled Waters: Crashing into The Cove. Bright Light Film Journal. Recuperado de: http://brightlightsfilm.com/troubled-waters-crashing-into-the-cove/#.V17sxrvhCUk.

2 comentarios:

  1. Es increíblemente terrible, injusto, siempre nuestra especie violentando, torturando y asesinando animales; la saña de los asiáticos en crueldad es el valuarte que a bien los define. (tampoco el resto de humanos es mejor) ¡ojalá acaben con una maravillosa tetraplejia!

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  2. Hola Patricia. Estoy de acuerdo contigo en que los seres humanos somos una especie extremadamente violenta y cruel. Y lo digo pensando en no solo en las matanzas de animales, sino en las matanzas de personas que el siglo XX, el siglo de los genocidios, nos ha dejado como herencia.
    Gracias y saludos.

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