martes, 22 de diciembre de 2015

El hallazgo de 337 ballenas muertas en las costas de Chile deja atónita a la comunidad científica

Hace ahora aproximadamente ocho meses, un grupo de investigadores descubría más de 337 ballenas muertas, varadas a lo largo de la costa de la Patagonia chilena, en el sur del país. Según los científicos, se trata del varamiento de cetáceos más grande jamás registrado. Las ballenas, que fueron encontradas en una zona que va desde el Golfo de las Penas hasta Puertos Natales, pertenecen a la especie sei (Balaenoptera borealis) y pueden llegar a medir hasta 18 metros de longitud.

Hallazgo casual
El hallazgo se produjo de manera casual. En abril de este año, Vreni Häussermann, directora del Centro Científico Huinay, realizaba una expedición para estudiar los ecosistemas de la Patagonia. El Golfo de las Penas es una de las zonas más remotas de la Patagonia chilena, un lugar frío, azotado por fuertes vientos y grandes olas. Durante una sesión de buceo, cuatro de los investigadores  de la expedición encontraron la primera ballena muerta en un fiordo, hecho nada raro en esa zona, pero después vieron muchas más. «Quedamos estupefactos —relata Häussermann—, en estado de shock. Nos pareció una imagen apocalíptica. Nunca habíamos visto nada igual». 

El descubrimiento no se hizo de una sola vez, pues la zona donde se encontraron los cuerpos tiene una extensión de casi 500 kilómetros. La científica alemana-chilena, junto con Carolina Gutstein, paleontóloga del Consejo de Monumentos Nacionales, consiguieron fondos para realizar una expedición aérea, pues consideraban que, sin conocer la extensión del área donde habían varado las ballenas y el número exacto cetáceos muertos, nunca se podría explicar qué había ocurrido. A fines de junio lo lograron los fondos y fue entonces cuando realizaron el gran hallazgo: 305 cadáveres de ballenas y huesos de por lo menos 32. 

De acuerdo a las muestras de la primera expedición, todo hace suponer que los 337 cadáveres corresponden a las ballenas Sei, que acostumbran a habitar en estas zonas gélidas del planeta. Son poco conocidas y no se sabe con certeza su población en el Hemisferio Sur. Se conocen muy pocas mortalidades masivas de las ballenas de barba, porque esta especie no acostumbra a vivir en grupo. 

Causas

Aunque las causas del suceso todavía no se han hecho públicas, Häussermann adelantó que de momento se descarta la causa antropogénica. Una de las hipótesis que se bajara es que hayan perecido debido a la ingesta de algas tóxicas, producto de la marea roja. Los resultados de la investigación que están realizando Häussermann y Carolina Simon Gutstein, paleontóloga de la Universidad de Chile, serán publicados en la revista National Geographic. Allí determinarán las causas de la muerte y discutirán las implicaciones para la conservación de este tipo de ballenas. La investigadora afirma que es muy importante investigar las causas del suceso, pues solo así se podría evitar que se repitiera. 

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