viernes, 26 de junio de 2015

David Tilman y Stephen Buchwald, galardonados con el Premio BBVA Fronteras del Conocimiento 2014

El ecólogo David Tilman y el químico Stephen Buchwald, ambos estadounidenses, son los ganadores de la séptima edición del Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en las categorías de Ecología y Biología de la Conservación y en la de Ciencias Básicas. El primero por «fundamentar científicamente el valor de la biodiversidad que hace a los ecosistemas más productivos, resistentes y estables», según explica el acta del jurado, y el segundo por «el desarrollo de rutas catalíticas basadas en el paladio y el cobre para sintetizar moléculas formando enlaces moleculares carbono-nitrógeno y carbono-carbono». 

David Tilman
David Tilman, catedrático de la Universidad de Minnesota, ha sido distinguido con este premio por cuantificar la capacidad de la biodiversidad para lograr que los ecosistemas sean «más productivos y más resistentes antes invasiones» y «más estables ante fenómenos perturbadores como las sequías». La necesidad de conservar la biodiversidad no era algo obvio a principios de la década de 1990. La conservación de los ecosistemas era entonces «una cuestión moral, no científica», como recuerda Tilman, que realizó en aquella década «el primer experimento de campo sobre biodiversidad», cuyos resultados dieron lugar a uno de los trabajos más citados de la ecología moderna, «Biodiversity and stability in grassland», publicado en la revista Nature en 1994.

En esos años Tilman acuñó además el concepto de deuda de extinción, con el que se hace referencia al siguiente fenómeno: la extinción de una especie puede ocurrir mucho tiempo después (varias generaciones después) de haberse producido el deterioro o destrucción de su hábitat. Un claro ejemplo de este fenómeno es el hecho de que la mayoría de las extinciones en el Amazonas se producen a pesar de disminuir la desforestación y a pesar de la creación de áreas protegidas. En otras palabras, las consecuencias de la destrucción de un hábitat pueden ser peores de lo que observamos en este momento. La «deuda de extinción» no es otra cosa que el «coste ecológico futuro» de la destrucción actual de un hábitat.

Stephen Buchwald
La concesión de este Premio al químico Stephen Buchwald se debe al «enorme impacto» de sus investigaciones en la «síntesis eficiente de modernos productos farmacéuticos y compuestos para uso agrícola», en palabras de Theodor Hänch, presidente del Jurado. Especializado en el campo de la química organometálica, Buchwald ocupa actualmente la cátedra Camille Dreyfus en el MIT. Es uno de los investigadores más citados en el campo de la química: es coautor de más de 300 artículos y ha participado en la obtención de 40 patentes, con una media de 70 citas por artículo.

El trabajo de Buchwald —como señaló Avelino Cormá, secretario del Jurado y uno de nuestros químicos más reconocidos— ha permitido la creación de nuevas moléculas que pueden tener aplicaciones en la química bioorgánica y la física orgánica. Hasta las aportaciones de Buchwald, a la industria farmacéutica le era muy difícil lograr enlaces carbono-nitrógeno, debido a la inestabilidad y las limitaciones de los catalizadores con los que contaba. En toda reacción química interviene una energía de activación. Lo que hace un catalizador es modificar esta energía, bien potenciándola, bien inhibiéndola, y repercutir en la velocidad de reacción. Los catalizadores que Buchwald creó en la primera década del siglo XXI disminuyen la energía de activación haciendo que la reacción se produzca no solo de forma mucho más rápida, sino de forma estable y predecible.

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