miércoles, 28 de enero de 2015

Siete de los animales más raros del planeta

La diversidad morfológica del reino animal es realmente asombrosa. Desde los peces abisales como el pez diablo negro, famoso por la película Buscando a Nemo, hasta el ciervo con colmillos o el pez murciélago de labios rojos. Como botón de muestra de semejante diversidad, te ofrecemos en este post las fotos de siete especies que podrían figurar entre las más raras del planeta —por lo bello, lo feo, lo singular o lo curioso.

El Glaucus atlanticus o dragón azul es una babosa marina de vivos colores. Es pequeña, pero muy peligrosa. Vive en aguas templadas y tropicales, y no necesita esconderse para esconderse de los depredadores, ya que es muy tóxica. Esto se debe a que se alimenta de medusas como la carabela portuguesa, de la que selecciona sus nematocistos y toxinas para luego usarlos en su beneficio. Los colores avisan del peligro, como ocurre con otras especies.

Dragón azul
El Saiga tatarica es un mamífero artiodáctilo de la familia Bovidae que habita en las estepas de Asia. Su esperanza de vida está entre los 6 y los 10 años. Por el aspecto de su cabeza se diría un personaje escapado de la Guerra de las Galaxias. Sus cuernos son muy utilizados por la medicina china, lo que ha provocado que esta especie, como ocurre con el tigre o el rinoceronte de Java, se encuentren hoy en un estado crítico de conservación.

Saiga Tartarica
El diablo negro de mar es un pez abisal perteneciente a la familia de los Lophiiformes. Se trata de un animal muy escurridizo, que solo recientemente ha podido ser filmado en su hábitat natural. Las hembras de esta especie poseen en su cabeza una suerte de caña de pescar, rematada por un anzuelo luminoso cuya función es atraer a sus presas hacia su enorme boca llena de dientes. Los machos no tienen esa «caña» ni tampoco la habilidad para cazar, y su único fin es aparearse con las hembras.


El pez cabeza transparente (Macropinna microstoma) es la única especie de pez del género Macropinna, perteneciente a la familia Opisthoproctidae. La singularidad de este pez se debe a que su cabeza es transparente: ve a través de ella por medio de los órganos verdes que están dentro de ella, y cuenta con una visión periférica amplísima. Fue descubierto en 1939, pero se desconoce si había sido fotografiado vivo antes de 2004. Los primeros dibujos no lo mostraban con su cabeza transparente, pues esta se descomponía al ser sacada de las profundidades. Mide unos 4 centrímetros y medio de longitud, y vive entre los 600 y 800 metros de profundidad. Un pez de ciencia ficción.


Los mósquidos, o ciervos almizcleros, son una rara familia emparentada con los ciervos comunes. Son más pequeños que éstos, y presentan una particularidad que nos recuerda a los vampiros: los caninos de los machos crecen hacia abajo hasta adquirir forma de colmillos. Poseen además glándulas que producen almizcle, una sustancia muy usada en la fabricación de perfumes. El género Moschus se encuentra en peligro o, cuando menos, en una situación muy vulnerable. El interés cosmético por el almizcle o por su piel los ha llevado a esta situación.

Ciervo almizclero o ciervo con colmillos

El Daubentonia madagascarensis, conocido como aye-aye, es un primate emparentado con los lémures endémico de Madagascar. Su apariencia poco agraciada hace que se le considere el principal responsable del origen de la palabra «lémur», que en latín significa «espíritu nocturno». De hecho, es una especie amenazada debido a su aspecto, ya que los habitantes de Madagascar lo cazan por creerlo una criatura endemoniada. Por lo demás, el aye-aye es el único representante vivo de su género (Daubentonia), familia (Daubentonidae) e infraorden (Chiromyiformes), lo que deja bien claro su rareza.

Aye-aye

El pez murciélago de labios rojos (Ogcocephalus darwini) es un especie endémica de las costas de las Islas Galápagos. La característica que lo distingue es su extraña morfología: una especie de labios de color rojo cuya curvatura hacia abajo le da un aspecto de animal enfurruñado. Su hábitat son los fondos arenosos de los arrecifes. Su aleta dorsal se convierte, al llegar a la madurez, en una extensión de la columna vertebral que es utilizada como señuelo para capturar a sus presas. Es carnívoro y su dieta se compone de peces de menor tamaño y pequeños crustáceos.

Pez murciélago de labios rojos, con cara de enfado

No hay comentarios:

Publicar un comentario